40 años después de la
muerte de Franco, su principal legado, la moñarquía, nos sigue pesando como una
losa o, más bien, como una tumba sin losa: como nos pesan todos los cuerpos que
esperan en las cunetas.
Este 14 de Abril, día de la República, las transmaricabollos tomaremos
nuevamente las calles. La moñarquía es un insulto a nuestra nuestra
inteligencia, a nuestra paciencia y a nuestra dignidad como ciudadanxs. No
somos súbditxs de nadie. Las únicas relaciones de sumisión que aceptamos son
las que pactamos en nuestras camas.
Pero esta no la hemos pactado. Deudora de la fraudulenta transición entre
dictadura y democracia, la monarquía nos sobra tanto como las prebendas que
disfruta la iglesia católica desde el infame golpe de estado fascista de 1936.
Fecha en que comenzó una cruenta represión, persecución y criminalización
social que afectó de forma especialmente salvaje a las transmaricabollos.
Aún hoy, la
heterofamilia monárquica, protagonista estrella de las fantasías de Disney e
invitada de honor en los medios oficiales de propaganda del estado, sirve a un
tiempo para convencer a la ciudadanía de las bondades de la moñarquía como
institución y para consolidar el modelo de familia nuclear y radioactiva.
Hasta hace poco, el rey Juan Carlos, heredero de Franco, como páter familias,
jefe del estado y de las fuerzas armadas, personificaba el carácter patriarcal,
machista y homófobo de la masculinidad patria.
Y nos querían colocar al príncipe heretero mediante la inexplicablemente no
abolida ley sálica, rémora medieval de una constitución que se pretende del
siglo XXI.
Y sí, al final nos
endiñaron a Felipe, "el preparao". Tan preparao que cuando estudió en
la U. Autónoma, varios afamados profesores franquistas de derecho le prepararon
un plan de estudios para él solito, en una clase para él, unas cuantas
aristócratas más y unos seguratas a los que hubo que matricular para disimular
todo el teatrillo. Años más tarde, cuando ya algunas empezábamos maliciosamente
a pensar que el niño les había salido algo desviadito, nos sorprendió a todas
casándose con una plebeya culta de instituto público y divorcio en la maleta.
La del compi yogui, sí, la misma. Mira que parecía que nos la habían colao,
pero no, pasó igual que con su madre, Sofía la discreta, que fue abrir la boca
y empezar a soltar ordinarieces antifeministas y homófobas.
Pues Leticia O., aquella periodista a la que tuvieron que reprimir porque era demasiado
respondona y demasiado lista cuando llegó a la casa irreal, aquella, a la que convirtieron en una Barbie perfecta para mejorar la imagen femenina de la
casa irreal en los grandes eventos de la moda high class. Pues bien, ella no
abrió la boca, pero le dio igual porque le pillaron mandando guasaps de apoyo,
al más puro estilo Luis-se-fuerte, a uno de los mayores corrupto-mafiosos de
Madriz, su "compi yogui". Pasará a la historia su gran frase: "
Lo demás, merde.", dedicada explícitamente al pueblo español.
En fin, la pareja
irreal tiene dos niñas que nos salen a más de cienmil euracos al año, y todo el
pack familiar nos sale a cerca de diez millones de euros, estos sí muy reales.
Un dispendio de gasto público que en los tiempos que corren no nos podemos
permitir. A nosotras se nos dispara el déficit solo de pensarlo. Y más sabiendo
cómo se esmeran todas las miembras de dicha familia en engordar sus finanzas
mediante negocios sucios con amiguetes corruptos patrios y no tan patrios como
la familia irreal saudí; familia
heterrorista e imperialista que financia a su vez al salafismo y a grupos como
ISIS-Daesh muy temidos en Europa pero mucho más temidos aún en Oriente medio. Y
si no que se lo digan a las refugiadas, especialmente a las transmaricabollos
que son bombardeadas junto a sus compatriotas por las hipócritas potencias
europeas que dicen estar salvándolas en una suerte de ciclo teatral perverso de
guerra, pinkwashing, y negación del derecho de asilo.
Varias miembras de la familia-mafia ya están imputadas. Imputadas pero
intocables, imputadas y aforadas como Rita Barberá-aprovecha-y-dilo-yá.
Imputadas y juzgadas, balbuceando teatro de la ignorancia en las salas de
juicio. Imputadas e indignamente impunes.
Y ya nos pilla
agotadas la tía Pili Borbón, tan caritativa ella, tan patriota y tan implicada
en los Panama papers. No damos abasto con tanta inmundicia Real. La
heterrorfamilia irreal nos ha regalado un año tan intenso que nos ha dejado
exhaustas. Los únicos desahucios que celebraremos algún día serán los de los
palacios: el palacio Irreal para orgía transexual y el de la Zarzuela
pa' tocarme las castañuelas.
Nos vemos en la
manifestación del 14 de Abril para anunciar la llegada de la Tercera República
Transmaribibollera.
Asamblea Transmaricabollo de Sol
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